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Goya y su época
La cultura europea se caracteriza en el siglo XVIII por los
siguientes rasgos: predominio absoluto de la razón humana sobre otras
fuentes de conocimiento, apartamiento de la cultura eclesiástica y
teológica, que es sometida a crítica; apogeo del experimentalismo;
ordenación de la vida mediante el progreso, emancipación del poder civil
respecto del eclesiástico; difusión de ideas deístas, según las cuales
existía una religión natural, por lo que podría adorarse a Dios
directamente.
Este vasto movimiento, cuyas raíces están en el siglo XVII (Bacon,
Locke, Descartes, Grotius, Spinoza...), se difunde por toda Europa
fundamentalmente desde Francia y se llama la Ilustración.
Paralelamente, los reyes afirman su poder frente al de la Iglesia, la
cual, dueña de inmensas posesiones, dificulta las reformas económicas.
La Ilustración halla enemigos en todas partes, y muy especialmente
en las naciones católicas como España, donde domina la cultura
teocéntrica barroca, cerrada secularmente a los contactos con el exterior,
fiel a la religión, con un estado de civilización lamentable en las
postrimerías del siglo XVII.
En el siglo XVIII, este siglo de las Luces se destinguen dos
corrientes de pensamiento político: el despotismo ilustrado y el
pensamiento renovador de los enciclopedistas.
La Ilustración, estableciendo una perfecta armonía entre la
naturaleza y el hombre, ofrece un nuevo concepto del arte y la Literatura.
I. Responda Ud. a las preguntas siguientes:
1. ¿Cuáles son los rasgos esenciales de la cultura europea del siglo
XVIII?
2. ¿Cómo se caracteriza la Ilustración, El Siglo de las Luces?
Goya, artista de la época
Francisco de Goya y Lucientes es uno de los pintores universales
del arte español. Y lo es por su calidad de pintor, iniciador de caminos
artísticos y técnicas nuevas, por la cantidad de su producción y por la
fuerza de su personalidad ambientada en un período importante, política y
socialmente, de la historia de España.
Fue un artista situado al filo de las épocas históricas en las que se
ha forjado el reciente ser de España: una etapa optimista y esperanzada en
el progreso, bajo las tendencias ilustradas europeas, y un penoso peíodo
de invasiones y luchas partidarias que tan lamentablemente caracterizan
3 Goya y su época La cultura europea se caracteriza en el siglo XVIII por los siguientes rasgos: predominio absoluto de la razón humana sobre otras fuentes de conocimiento, apartamiento de la cultura eclesiástica y teológica, que es sometida a crítica; apogeo del experimentalismo; ordenación de la vida mediante el progreso, emancipación del poder civil respecto del eclesiástico; difusión de ideas deístas, según las cuales existía una religión natural, por lo que podría adorarse a Dios directamente. Este vasto movimiento, cuyas raíces están en el siglo XVII (Bacon, Locke, Descartes, Grotius, Spinoza...), se difunde por toda Europa fundamentalmente desde Francia y se llama la Ilustración. Paralelamente, los reyes afirman su poder frente al de la Iglesia, la cual, dueña de inmensas posesiones, dificulta las reformas económicas. La Ilustración halla enemigos en todas partes, y muy especialmente en las naciones católicas como España, donde domina la cultura teocéntrica barroca, cerrada secularmente a los contactos con el exterior, fiel a la religión, con un estado de civilización lamentable en las postrimerías del siglo XVII. En el siglo XVIII, este siglo de las Luces se destinguen dos corrientes de pensamiento político: el despotismo ilustrado y el pensamiento renovador de los enciclopedistas. La Ilustración, estableciendo una perfecta armonía entre la naturaleza y el hombre, ofrece un nuevo concepto del arte y la Literatura. I. Responda Ud. a las preguntas siguientes: 1. ¿Cuáles son los rasgos esenciales de la cultura europea del siglo XVIII? 2. ¿Cómo se caracteriza la Ilustración, El Siglo de las Luces? Goya, artista de la época Francisco de Goya y Lucientes es uno de los pintores universales del arte español. Y lo es por su calidad de pintor, iniciador de caminos artísticos y técnicas nuevas, por la cantidad de su producción y por la fuerza de su personalidad ambientada en un período importante, política y socialmente, de la historia de España. Fue un artista situado al filo de las épocas históricas en las que se ha forjado el reciente ser de España: una etapa optimista y esperanzada en el progreso, bajo las tendencias ilustradas europeas, y un penoso peíodo de invasiones y luchas partidarias que tan lamentablemente caracterizan