Живопись Испании. Веласкес. Корнева В.В. - 13 стр.

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El bufón Don Sebastian de Morra (1644-1647)
En este lienzo Velázquez no insiste en subrayar detalles
desagradables de la fisonomía del retratado, sino que concreta la actitud del
espectador en la mirada que el personaje dirige. La postura sentada del modelo
tiene como resultado un círculo, interrumpido solo arriba, por la cabeza, sobre la
que se concentra toda la claridad; y de qué modo tan expresivo ha retratado el
pintor el rostro, en el que está dibujado el triste destino del lisiado enano de la
corte! La pincelada, gruesa y deshecha, utiliza unas tonalidades más ricas y
variadas que en el resto de los bufones, basándose aquí en el rojo y el verde de
su vestidura y en los matices grises y marrones verdosos del espacio abstracto
en el que aparece sentado.
X. Responda Ud. a las preguntas siguientes:
1. ¿Qué lugar ocupan los retratos de bufones en la obra de Velázquez?
2. ¿Qué hay de peculiar en los retratos de bufones que los distingue entre otros
retratos de Velázquez?
3. ¿Qué hay de común entre los retratos de bufones?
Pinturas mitológicas
Los borrachos o El Triunfo de Baco (1629)
Baco semidesnudo, acompañado de un joven desnudo también está
coronado con hojas de vid a uno de los bebedores que lo acompañan,
probablemente un soldado pues lleva correaje y un puñal. A la izquierda, a
contraluz, otra figura que nos sirve de referencia especial. Al pintor le preocupan
la composición, compleja y plena de diogonales entrecruzadas y la relación de
las figuras entre sí. La luz se dirige hacia la figura del dios, modelándola y
haciéndola destacar, y de forma más atenuada a los rostros de los personajes que
se encuentran a su izquierda.
Velázquez ha interpretado la fábula mitólogica con cotidianeidad, pinta
hombres reales, no dioses idealizados y además se concentra en el estudio de la
expresión de los personajes. Si bien la pintura se fecha en 1629, el pintor sigue
apegado a recursos de la primera etapa de su producción como son los contrastes
luminosos, aquí menos fuertes, la tipología naturalista de los personajes y la
gama de tonos ocres y tostado, aunque la pincelada sea más ligera, y la
composición se enriquezca con la aparición del paisaje como referencia
ambiental.
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      El bufón Don Sebastian de Morra (1644-1647)

              En este lienzo Velázquez no insiste en subrayar detalles
desagradables de la fisonomía del retratado, sino que concreta la actitud del
espectador en la mirada que el personaje dirige. La postura sentada del modelo
tiene como resultado un círculo, interrumpido solo arriba, por la cabeza, sobre la
que se concentra toda la claridad; y de qué modo tan expresivo ha retratado el
pintor el rostro, en el que está dibujado el triste destino del lisiado enano de la
corte! La pincelada, gruesa y deshecha, utiliza unas tonalidades más ricas y
variadas que en el resto de los bufones, basándose aquí en el rojo y el verde de
su vestidura y en los matices grises y marrones verdosos del espacio abstracto
en el que aparece sentado.

X. Responda Ud. a las preguntas siguientes:
1. ¿Qué lugar ocupan los retratos de bufones en la obra de Velázquez?
2. ¿Qué hay de peculiar en los retratos de bufones que los distingue entre otros
   retratos de Velázquez?
3. ¿Qué hay de común entre los retratos de bufones?


      Pinturas mitológicas

      Los borrachos o El Triunfo de Baco (1629)

       Baco semidesnudo, acompañado de un joven desnudo también está
coronado con hojas de vid a uno de los bebedores que lo acompañan,
probablemente un soldado pues lleva correaje y un puñal. A la izquierda, a
contraluz, otra figura que nos sirve de referencia especial. Al pintor le preocupan
la composición, compleja y plena de diogonales entrecruzadas y la relación de
las figuras entre sí. La luz se dirige hacia la figura del dios, modelándola y
haciéndola destacar, y de forma más atenuada a los rostros de los personajes que
se encuentran a su izquierda.
       Velázquez ha interpretado la fábula mitólogica con cotidianeidad, pinta
hombres reales, no dioses idealizados y además se concentra en el estudio de la
expresión de los personajes. Si bien la pintura se fecha en 1629, el pintor sigue
apegado a recursos de la primera etapa de su producción como son los contrastes
luminosos, aquí menos fuertes, la tipología naturalista de los personajes y la
gama de tonos ocres y tostado, aunque la pincelada sea más ligera, y la
composición se enriquezca con la aparición del paisaje como referencia
ambiental.