Учебное пособие по аналитическому чтению на испанском языке. Бессарабова Г.А. - 27 стр.

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lados, que se destacan sobre el cielo límpido. A esta olmeda, que se
abre a la salida de la vieja ciudad, no llega el rumor rítmico y ronco del
oleaje: llega en el silencio de la montaña, en la paz azul del mediodía, el
cacareo metálico, largo, de un gallo, el golpear sobre un yunque de una
herrería. Estos labriegos secos de faces polvorientas, cetrinas, no
contemplan el mar: ven la llamada de las mieses; miran, sin verla, la
largura monó tona de los surcos en los bancales. Estas viejecitas de luto, con
sus manos pajizas, sarmentosas, no encienden, cuando llega el crepúsculo,
una luz ante la Virgen que vela por los que salen en las barcas; van por las
callejas pinas y tortuosas a las novenas, miran al cielo en los días
borrascosos y piden, juntando las manos, no que se aplaquen las olas, sino
que las nubes no despidan granizos asoladores.
(Azorín)
RESUMEN DEL CONTENIDO
Azorín, aunque nacido en Alicante, lleva a Castilla en su alma y así lo
trasluce su obra.
Este fragmento revela la profunda belleza de la meseta castellana,
realzada por el contraste con el paisaje marítimo. El mar, la suavidad y la
fragancia de las tierras costeras se convierte en el contrapunto de la triste y
á rida meseta que no puede ver el mar.
ESTRUCTURA DEL PLANTEAMIENTO TEMATICO
Nos encontamos ante una descripción de Castilla. Su naturaleza va
apareciendo, poco a poco, ante nosotros, más polvorienta y melancólica que
nunca, en su deseo, imposible de encontrarse con el mar.
No puede ver el mar la solitaria y melancó lica Castilla. Está muy
lejos el mar de estas campiñas llanas, rasas, yermas, polvorientas...
Las auras marinas no llegan hasta estos poblados pardos de
casuchas deleznables...
A esta olmeda que se abre a la salida de la vieja ciudad, no llega
el rumor rítmico y ronco del oleaje.
La relació n del paisaje castellano: sus campiñas, barrancales terrazos,
poblados..., constituyen un primer acercamiento a Castilla.
Má s tarde la descripció n se centra, no en el terreno, ni en las casas ni en las
almedas; se centra en las gentes que forman, como la tierra, parte de la
meseta castellana.
Estos labriegos secos, de faces polvorientas, no contemplan el
mar...
Estas viejecitas de luto... van por las callejas..., miran el cielo...
y piden... que no se aplaquen las olas, sino que las nubes no despidan
granizos asoladores.
ESQUEMA:
1. Descripció n del paisaje de Castilla.
1.1. Campiñas, poblados terrazos, montañas, casas
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lados, que se destacan sobre el cielo límpido. A esta olmeda, que se
abre a la salida de la vieja ciudad, no llega el rumor rítmico y ronco del
oleaje: llega en el silencio de la montaña, en la paz azul del mediodía, el
cacareo metálico, largo, de un gallo, el golpear sobre un yunque de una
herrería. Estos labriegos secos de faces polvorientas, cetrinas, no
contemplan el mar: ven la llamada de las mieses; miran, sin verla, la
largura monótona de los surcos en los bancales. Estas viejecitas de luto, con
sus manos pajizas, sarmentosas, no encienden, cuando llega el crepúsculo,
una luz ante la Virgen que vela por los que salen en las barcas; van por las
callejas pinas y tortuosas a las novenas, miran al cielo en los días
borrascosos y piden, juntando las manos, no que se aplaquen las olas, sino
que las nubes no despidan granizos asoladores.
                                                                     (Azorín)

      RESUMEN DEL CONTENIDO
     Azorín, aunque nacido en Alicante, lleva a Castilla en su alma y así lo
trasluce su obra.
    Este fragmento revela la profunda belleza de la meseta castellana,
realzada por el contraste con el paisaje marítimo. El mar, la suavidad y la
fragancia de las tierras costeras se convierte en el contrapunto de la triste y
árida meseta que no puede ver el mar.
  ESTRUCTURA DEL PLANTEAMIENTO TEMATICO
   Nos encontamos ante una descripción de Castilla. Su naturaleza va
apareciendo, poco a poco, ante nosotros, más polvorienta y melancólica que
nunca, en su deseo, imposible de encontrarse con el mar.
           No puede ver el mar la solitaria y melancólica Castilla. Está muy
lejos el mar de estas campiñas llanas, rasas, yermas, polvorientas...
           Las auras marinas no llegan hasta estos poblados pardos de
casuchas deleznables...
            A esta olmeda que se abre a la salida de la vieja ciudad, no llega
el rumor rítmico y ronco del oleaje.
 La relación del paisaje castellano: sus campiñas, barrancales terrazos,
poblados..., constituyen un primer acercamiento a Castilla.
  Más tarde la descripción se centra, no en el terreno, ni en las casas ni en las
almedas; se centra en las gentes que forman, como la tierra, parte de la
meseta castellana.
            Estos labriegos secos, de faces polvorientas, no contemplan el
mar...
            Estas viejecitas de luto... van por las callejas..., miran el cielo...
y piden... que no se aplaquen las olas, sino que las nubes no despidan
granizos asoladores.

   ESQUEMA:
1. Descripción del paisaje de Castilla.
   1.1. Campiñas, poblados terrazos, montañas, casas